Confort térmico laboral

Confort térmico laboral

Desde hace un par de décadas, los empresarios de todo el mundo han adquirido conciencia de algo: atender a los trabajadores es muy positivo para la propia compañía. Una plantilla feliz y cómoda en su lugar de trabajo eleva su compromiso y, por tanto, la eficacia y la productividad. Una de las acciones que se pueden hacer al respecto es cuidar el confort térmico laboral gracias a un monitor de confort térmico: oficinas, comercios y naves industriales a la temperatura adecuada tanto en invierno como en verano se convierten en espacios en los que apetece estar y, sobre todo, en los que se puede trabajar más cómodamente.

Este conocimiento se ha traducido en la ejecución de ciertas medidas que aseguren el confort térmico laboral en todo momento. Para ello, lo primero es tener claro qué significa este concepto, cómo afecta a los empleados y qué se puede hacer para convertir la temperatura en una aliada para ganar más dinero.

¿Qué es el confort térmico en el trabajo?

Confort térmico laboral

El estrés térmico, es decir, los escenarios en los que los trabajadores pasan frío o calor en sus puestos, puede reducir la productividad de la plantilla hasta en un 30%. Algo tan sencillo como asegurar la máxima comodidad en las horas de trabajo puede suponer una importante inyección de ingresos para la empresa.

Ahí entra el concepto de confort térmico: se trata de un compromiso por parte de los directivos de ofrecer a sus trabajadores una sensación de bienestar total en el entorno laboral.

Para lograrlo, se han de tener en cuenta variable como la temperatura, pero también otros parámetros como son la humedad, la exposición directa a la luz solar o el movimiento del aire.

Todos estos elementos naturales se pueden controlar, analizar y manipular para crear un ambiente térmicamente confortable. ¿La consecuencia directa de esto? Un aumento porcentual de la concentración, una mejora de la atención y mayor energía para realizar las distintas tareas de las que los empleados son responsables.

Cómo garantizar el confort térmico en el trabajo y mejorar la productividad. ¿Cuál es la temperatura de confort para trabajar?

La búsqueda del confort térmico no es algo que se deba tomar a la ligera. Tanto es así que en España existen diversas normativas que abordan esta obligación por parte de las empresas.

Nos referimos a textos como el Real Decreto 39/1997 o el Real Decreto Legislativo 1/1995. Posteriormente, se han presentado distintas normativas que abordan diferentes ámbitos de actuación para el cuidado de los trabajadores.

En el caso concreto de la temperatura de confort, lo establecido es tratar de mantener una temperatura de los espacios interiores entre 17 y 27 grados. Si en la empresa hay una actividad mayor que en una oficina o despacho, entonces el margen que marca la ley es más ligeramente distinto: entre 14 y 25 grados.

¿Cómo garantizar esa temperatura? Lo principal es estudiar el espacio e incorporar mecanismos de medición exactos para saber las características del espacio. Después, existen una serie de medidas prácticas para mejorar el confort térmico sin necesidad de hacer grandes cambios o inversiones.

La influencia del confort térmico en el rendimiento laboral

Las personas se relacionan con el entorno de manera continua e inevitable. El cuerpo capta los estímulos como la temperatura exterior y eso provoca cambios en el organismo. Un ejemplo es la transpiración o el hecho de tiritar.

Esto tiene, por supuesto, un efecto directo e inevitable en el bienestar físico y emocional de los trabajadores. Además, en casos extremos, excesivo calor o frío pueden provocar consecuencias sanitarias como un golpe de calor o hipotermia.

Más allá de la reducción del 30 % del nivel de rendimiento, estos casos extremos pueden desembocar en bajas laborales que resientan el nivel de actividad de la plantilla.

Hay algo más que se ha de tener en cuenta: los equipos de trabajo, en especial los ordenadores y la maquinaria, también se pueden ver afectados por entornos muy calurosos o demasiado fríos, lo que a medio y largo plazo también influye en el rendimiento laboral.

Factores clave que afectan al confort térmico en el entorno laboral

Por supuesto, el principal elemento a tener en cuenta cuando se toma conciencia de la comodidad en los lugares de trabajo es la temperatura. Pero como hemos avanzado, este no es el único componente por valorar:

  • Humedad: una humedad alta provoca sudoración y un espacio sin demasiada humedad puede resultar demasiado seco.
  • Velocidad del aire: si se generan leves brisas, se mejora la evaporación del sudor, elevando la sensación de comodidad.
  • Radiación térmica: el sol, pero también los muros, las personas y las máquinas o dispositivos informáticos generan calor en el espacio de trabajo.
  • Actividad del trabajador: un puesto más sedentario está más relacionado con sufrir frío, mientras que un trabajo activo suele estar vinculado al calor y la transpiración.
  • Equipamiento profesional: en algunos casos, los trabajadores llevan una ropa especializada que modifica su sensación de confort.

Medidas prácticas para mejorar el confort térmico en oficinas y espacios de trabajo

En muchas ocasiones no es necesario realizar un gran desembolso ni desarrollar un plan muy complejo para mejorar el confort térmico en oficinas y espacios de trabajo. Basta con implementar una serie de elementos y protocolos que consiguen fijar una temperatura agradable.

  • Medidas de evaluación y control: de nada vale realizar cualquier acción si no se pueden comprobar los efectos con algún tipo de medición periódica que demuestra los resultados obtenidos.
  • Ventilación y climatización: gracias a la ventilación natural y mecánica y a la implantación de sistemas de producción de frío y calor se pueden alcanzar los grados y la humedad perfectos.
  • Aislamiento y protección: aislar paredes y ventanas ayuda a controlar mejor lo que ocurre dentro de oficinas y comercios. Además, se pueden utilizar toldos, persianas o cortinas para filtrar todavía más el efecto del sol.
  • Formación: los trabajadores deben de ser conscientes de la importancia de hidratarse, tomar alimentos, llevar la ropa adecuada y hacer los descansos establecidos para estar cómodos.

El impacto del confort térmico en la productividad: estudios y soluciones

En Casella estamos especializados en ayudar a empresas de todo tipo y tamaño a mejorar el confort térmico de sus espacios.

Para ello, nada mejor que realizar un estudio de los inmuebles profesionales. De esta manera, identificamos las necesidades de cada proyecto y, gracias a la formación especializada de nuestros equipos, damos un asesoramiento técnico y un servicio postventa integral con cobertura nacional. Contacta con Casella si deseas obtener las mejores soluciones técnicas para mejorar la protección en el entorno laboral.

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